miércoles, 9 de mayo de 2012

Fireproof


Hace poco vimos en clase una película llamada A Prueba de Fuego (Fireproof), cuyo protagonista es Kirk Cameron. Aunque su presupuesto salta a la vista que es bastante bajo, la recomiendo vivamente.

La película trata de un matrimonio difícil de sostener por diferentes razones. El caso es que el marido y la mujer (Caleb y Catherine) están constantemente peleándose y quejándose uno del otro. Hasta que un día la mujer dice que quiere divorciarse y el marido dice que por él perfecto. Pero el padre del varón va a su casa para hablar con él. Le pide que retrase el proceso de divorcio cuarenta días. Para esos cuarenta días, le da un libro escrito por él mismo en el que viene apuntada una tarea para cada día. Un día es no quejarse delante de Catherine, otro, decirle algo bonito, otro, llamarle al trabajo para ver que tal está y si necesita algo… Al vigésimo día, Caleb llama a su padre para decirle que no está funcionando, que se está esforzando por tratar bien a su mujer pero que ella es una desagradecida. Su padre le explica que no lo está haciendo bien, ya que el amor es dar sin esperar nada a cambio. Si de verdad la quiere, le debería dar sin esperar las gracias.

No voy a seguir contando porque no quiero fastidiarle más la película a quien no la haya visto, pero lo que ya he resumido sirve para obtener una muy buena lección en nuestras vidas. ¿Qué es el amor? ¿Qué es la caridad? ¿Qué es ser generoso? ¿Qué es ser una buena persona? Si lo pensamos bien, en la actualidad, siempre que hacemos algo por alguien es porque esperamos algo a cambio, porque nos sirve de algo, porque van a hablar bien de nosotros. Y por eso hay tanto divorcio hoy en día. Nos hemos olvidado de lo que es el amor. La gente ama por lo que va a recibir a cambio. El amor se ha convertido en una especie de moneda. Los matrimonios se separan porque, de repente, uno de los conyugues se da al otro y el otro no le hace caso, o no se entera, o no le entiende. Al ver el que da que ha dejado de recibir, se enfada y pide el divorcio.

Pero esto no debería ser así. El amor es dar sin esperar nada a cambio. Darse por amor. Esta idea es la que se tienen que meter en la cabeza los matrimonios de hoy en día: que amar es dar sin esperar ser amado, amar porque sí. Sólo con esta idea del amor, prosperarán los matrimonios, que dan la lugar a las familias, que son la base de la sociedad.

Juan R.

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